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QUIJOTEANDO

NERUDA: El niño que nació en Parral

NERUDA: El niño que nació en Parral

Neptalí nació en Parral con el siglo XX. Se impregnó del paisaje y la cultura del centro y el sur de Chile. Desde “la uvas y el viento”, salió a recorrer el mundo. Cargaba solo su poesía que como un “río invisible” expresaba los dramas y las esperanzas de los hombres. El largo viaje alcanzó las mayores alturas. Y dondequiera que su voz se hizo poesía, llevó el recuerdo de la lluvia, el mar y los pueblos humildes de la patria

Reinaldo Edmundo Marchant

Todavía existe la equivocada creencia que Pablo Neruda nació en Temuco. En varios países donde he estado me lo han preguntado. No ha sido fácil aclarar el error y explicar el lugar exacto donde vino al mundo ¿Parral? ¿Qué es eso? ¿Dónde esta? También me he dado cuenta de lo poco que se sabe acerca de la madre de Neftalí y de los lejanos sitios donde dio sus primeros pasos uno de los más grandes poetas de todos los tiempos y, sin duda el mayor de la época contemporánea.

Pues bien, este hermoso libro viene al fin a dar luz sobre la más temprana infancia del poeta y de cada uno de los hechos – muchos desconocidos hasta la fecha- que lo rodearon y se transformaron en aquella base sólida y única, que impulsaría al bardo a soñar y volar por lo cielos.

Con documentos en mano y testigos privilegiados, el autor va transitando acuciosamente por los orígenes de quien más tarde sería Premio Nóbel.

La fuerza y veracidad del relato es tan potente y asertiva, que el lector logra sentir el tiempo, los hechos y la vida de aquel período. Esta información tiene la respuesta del porqué el vate gustaba de su amada lluvia y de recurrir, en forma permanente, a la infancia. A Neruda le fascinaba la vida de las grandes ciudades. De hecho recorrió casi todo el mundo. Sin embargo, de repente sentía la necesidad de regresar al campo, a la naturaleza. Era un regreso también a los pájaros, a los fundos, a la fragancia de la tierra, a los bosques; un regreso a la infancia, la que nunca abandonó.

Leyendo este libro dedicado a su memoria, sabemos porqué regresaba a su lluvioso sur después de permanecer en Paris o en Barcelona. Acá nos enteramos que creció en el fundo Belén, próximo a Parral, luego que su madre falleciera cuando Neruda tenia apenas dos meses de edad, quedando a cargo de su abuelastra Encarnación Parada, quien buscará una ama de leche para su alimentación: tal oficio fue desempeñado por doña María Luisa Leiva.

Particularmente sorprendente resultan algunas informaciones que aclaran los confusos datos publicados en la abundante literatura sobre él. Una de ellas sería los seis años que vivió en Parral, y no los meses o, en el mejor de los casos, un año como se afirma. A punta de antecedentes periodísticos y de personajes de la zona, la información es irrefutable.

Igualmente fascinante resulta encontrar los certificados de bautismo de Pablo Neruda, realizado el 26 de septiembre de 1904, y varios documentos por el estilo que otorgan seriedad a esta investigación.

Uno puede imaginar la soledad del poeta en aquel tiempo. Quizá fueron esos sucesos que marcaron su carácter especial, melancólico, a veces triste. Lo que también es curioso, pues Neruda fue siempre un poeta sociable, gregario, que mantenía un enorme respeto por la amistad. Fue amante de las tertulias y continúa sorprendiendo con su currículo gastronómico interminable: todo ello era una fiel faceta del hombre de mundo que nunca olvidó las costumbres criollas, el amor por Chile y por su interminable infancia.

Próximo a la conmemoración del centenario de su natalicio, este libro cobrará un valor relevante, por la profundidad que tiene, los novedosos e inéditos aspectos biográficos que describe, por la claridad que pone respecto a datos y temas que no están editados, y por otros tantos que se encuentran mal difundidos. Será, sin duda, un gran aporte a los orígenes del poeta de innumerables obras, que nació en Parral, y que luego, con su poesía chilena, americana, torrencial como la naturaleza que lo trajo al mundo, llenó de gloria a su patria y al continente.

Me parece, por el material que contiene el texto, que NEFTALI tendrá muchos lectores e investigadores de la obra nerudiana. A su vez, es un homenaje a una ciudad que varios biógrafos han dejado de lado: Parral.

Este libro viene a poner la necesaria justicia. Creemos que Pablo Neruda hubiera leído con placer este bello y bien escrito recorrido por sus orígenes.

GABRIEL RODRIGUEZ

Gabriel Rodríguez es periodista (USACH) y escritor. Su último libro es “NEFTALI, el niño que nació en Parral”, texto dedicado a la infancia de Pablo Neruda. Se trata de una investigación periodística que fue premiada por el FONDART 2003 lo que permitió su publicación. Contiene documentos, entrevistas y datos relevantes sobre la relación del poeta con Parral y la Región del Maule.

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